martes, 25 de abril de 2017

Ejemplo de mala argumentación

Voy a poner un ejemplo de mala argumentación. Es escenario es twitter, un buen lugar para observar como piensa la sociedad, pero un mal lugar para conversar.

Con este ejemplo quiero demostrar:

a) La necesidad de entender o descubrir las premisas implícitas.
b) Las graves consecuencias de usar la educación como medio para un objetivo político, este caso dos, agresividad e imposibilidad de la comunicación.
c) La necesidad de incrementar los esfuerzos en educar bien a través de fomentar la argumentación correcta.

Todo comenzó con mi respuesta a un tuit del diputado Gabriel Rufián, que dijo esto:

Cuenta verificada
  @gabrielrufian  8 h
hace 8 horas


Frente a la ofensiva judicial del estado español agradecemos los emojis enfadados y tuits de apoyo de la dirección de los Comunes. (Tuit publicado el 25 de abril de 2017).


Y yo le respondí este otro:

hace 8 horas

MásChavalote, no hay ninguna "ofensiva judicial", simplemente quien no cumple la ley puede y debe ser denunciado, de cajón


Hubo una serie de tuis en los cuales acabó apareciendo el término fascismo, como suele ser habitual en estos casos. Entonces intervino una cuenta denominada @MisterandRufus e introdujo estas dos definiciones:

Hace 4 horas

MásEn respuesta a @julian_paniagua@macflu y 

Fascismo: sistema de gobierno el cual la ley impera sobre las libertades de sus ciudadanos. (1)


Hace 4 horas

MásEn respuesta a @julian_paniagua@macflu y 

Democracia: sistema de gobierno en el que el pueblo es quien hace las leyes y tiene voz para ser escuchada. (2)

A la primera definición le respondí con este tuit:

hace 4 horas

MásCuriosa definición. Tendrías que añadir 1º qué entiendes por libertad y 2º explicar esa oposición entre libertad y ley. Te has hecho un lío


E inmediatamente me respondió con este otro:

hace 3 horas

MásOposición entre libertad y ley? La ley se modifica o crea mediante la libertad de la sociedad. No se crea para que ésta esté sometida.


Y se lió parda.

Hubo un intercambio de tuits entre los que destaco estos dos, a lo que continuaron otros de otras personas, pero yo ya no intervine.

hace 3 horas

MásSi la ley no permite el asesinato también está sometiendo a la sociedad? La derogamos y nos matamos todos por la libertad de la sociedad?


Hace 3 horas

MásEn respuesta a @Jordiammat@julian_paniagua y 

Enserio usted mezcla los derechos humanos con la legalidad democrática? Le creía algo más inteligente en ese aspecto.

Luego, un rato más tarde, otra persona, citando mi tuit de la “curiosa definición” me dijo esto (incluyo los emoticones):

Hace 1 hora

Ernest Mas *X Retwitteó julianpaniagua
Más
Quan et dones compte q ets un feixista... (Paniagua) ? ? ? ? #adéuespanya #adéufeixistes #marxem ? ? ? ? ?


Pero independientemente de la refriega, me ha llamado la atención las dos definiciones expuestas, más el tercer tuit explicativo. Los repito para no tener que volver a subir la página:

“Fascismo: sistema de gobierno el cual la ley impera sobre las libertades de sus ciudadanos. (1)
Democracia: sistema de gobierno en el que el pueblo es quien hace las leyes y tiene voz para ser escuchada. (2)
Oposición entre libertad y ley? La ley se modifica o crea mediante la libertad de la sociedad. No se crea para que ésta esté sometida.”

Está claro que twitter no es el mejor medio para divulgar la teoría política. Pero independientemente de eso, la primera interpretación que me vino a la cabeza tras leer la primera definición, es que Mister Rufus entiende el fascismo como un antagonismo entre ley y libertad. La clave del enunciado es la preposición ‘sobre’. Es decir la ley sirve para someter a la libertad. De ahí el tuit siguiente de Jorge a. m. Y aquí aparecen las premisas implícitas (que a mi me gusta llamarlas como las denomina Aristóteles, entimemáticas).

Está claro que en los regímenes fascistas hay leyes, como en los democráticos, y sí, efectivamente, estoy de acuerdo en que en el fascismo las leyes restringen y someten la libertad de las personas. Ahora bien, siguiendo el sentido de esa definición, y en el contexto en el que se producen los actos de habla en el debate sobre el proceso independentista catalán, Mister Rufus da a entender que las leyes actuales en España son fascistas, porque actúan contra la libertad del pueblo catalán. Esta interpretación se corrobora con la segunda parte del tercer tuit “No se crea para que ésta (la sociedad) esté sometida”, más la visita a su actividad en twitter. Aparentemente, por la primera parte del tercer tuit, Mister Rufus aceptaría esa relación entre ley y libertad, pero él se está refiriendo a que las leyes españolas someten la libertad del pueblo catalán (premisa entimemática). Pensé en decirle que en democracia no hay libertad sin ley, pero preferí no continuar.

La definición de democracia que aporta Mister Rufus no merece la pena comentarla mucho, es tan pobre que me da hasta grima, aparte de inaplicable. ¿Cuántas asambleas de barrio se deberían hacer para elaborar una ley? Vemos que subyace la teoría desarrollada en el transcurso de los últimos años que afirma que la democracia directa es mejor y “más democrática” que la democracia representativa. Lo de “tiene voz para ser escuchada” parece que da a entender que en España no hay libertad de expresión. Esto no es una falacia, es demagogia.


En este breve ejemplo vemos como el nacionalismo catalán ha hecho un gran trabajo de educación en un sentido determinado: todo el que no piense como ellos es fascista. Ha llegado un punto en el que ya no solo hay que hablar de las deficiencias en la argumentación, o del uso constante de las falacias, que en ese sentido todos los partidos las emplean, sino en el aspecto autoritario del nacionalismo catalán. Lógicamente no lo van a reconocer nunca, pero a la mínima aflora.

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