lunes, 24 de abril de 2017

Principios lógicos elementales

Debido a que una de las bases intelectuales de este blog es la lógica, tanto la formal como la informal, y debido a que no puedo saber qué tipo de público lo leerá (si es que lo lee alguien), considero necesario explicar muy sucintamente algunos términos que serán empleados en los futuros artículos que irán formando el blog. Lógicamente con el tiempo se irán añadiendo otros.

Por razones obvias no puedo extenderme en estas explicaciones y remito a la bibliografía que cito al final de este post.

Enunciado

Es una frase formada por un sujeto y un predicado con significado completo, y de la cual se puede afirmar de ella que es verdadera o falsa. También se puede denominar proposición.

Argumento

Conjunto de enunciados, denominadas premisas, tal que de la verdad de ellas se sigue y se justifica la verdad del último enunciado, denominado conclusión. Pueden ser deductivos o inductivos. Un argumento deductivo es válido si la conclusión se deriva de las premisas que lo forman. En los argumentos inductivos, la verdad de su conclusión no se sigue necesariamente de la verdad de sus premisas. En estos el vínculo entre las premisas y la conclusión es más débil, su relación no es necesaria, sino probable.

Inferencia

Procedimiento basado en las reglas de la lógica destinado a averiguar si la conclusión de un argumento se deriva de las premisas iniciales. También se denomina derivación.

Contradicción

Afirmar a la vez un enunciado y su contrario. En lógica formal un enunciado solo puede ser verdadero o falso, por lo tanto si en el argumento se incluye el mismo enunciado con los dos valores de verdad, es una contradicción, lo cual invalida el argumento en el que están contenidos los enunciados. La racionalidad humana no admite la contradicción.

Falacia

Tomo literalmente la definición de Monserrat Bordes Solana: “es un argumento no razonable o racionalmente no convincente, es decir que, aunque puede ser válido, contiene un error inferencial por violar uno o más criterios de buena argumentación” (página 137).

Una falacia no es necesariamente un argumento erróneo, ya que sus premisas pueden ser verdaderas y su conclusión también, y justo este es su principal peligro. Lo que sí contiene una falacia es algún error inferencial y es tarea del analista, aunque también, en el fondo, de cualquier hablante y/o ciudadano que desee la honestidad intelectual y moral, tratar de descubrir la trampa, porque la falacia quiere hacer pasar por válido un argumento que no lo es.

Condiciones que debe cumplir un argumento para que sea válido, razonable y convincente:

a) No debe contener contradicciones.
b) No debe ser falaz.
c) Aunque no todas las premisas sean explícitas, es decir, dichas y expresadas en el acto de habla, sí deben poder ser descubiertas o deducidas con facilidad por el interlocutor. (Aristóteles llamaba a estas premisas entimemáticas).
d) La conclusión debe derivarse de sus premisas.
e) Debe respetar las reglas de inferencia lógica.
f) Los hechos a los que se refieren, tanto las premisas por sí solas, como la conclusión, como el argumento en su conjunto, deben poder ser comprobados y verificados, así como someterse a pruebas que lo puedan refutar.

Como se puede deducir fácilmente, el análisis lingüístico que pretendo realizar excluye las frases desiderativas e interrogativas

Bibliografía: VEGA REÑÓN, Luis y OLMOS GÓMEZ, Paula (2011): Compendio de lógica, argumentación y retórica, editorial Trotta, Madrid.


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